jueves, 12 de febrero de 2015

UNA SÓLA CLASE OBRERA, UN SÓLO GRITO: ¡ABSOLUCIÓN!

Después de una intensa campaña de solidaridad con pegada de carteles por toda la Cuenca del Caudal, en todos los pueblos y barrios del Conceyu de Mieres principalmente, con la colocación de pancartas y el reparto de panfletos en los pozos mineros, el PCPE y los CJC-CMC acudimos a la Manifestación por la absolución de los encausados por las movilizaciones mineras, que tuvo lugar este domingo 8 de febrero en Mieres con salida del popular Parque Xovellanos, donde en el pasado mes de octubre reivindicábamos con orgullo el 80 aniversario de la Revolución de Ochobre '34 al grito de "Güei como ayeri: UHP"

Junto a más de 1500 solidarios y solidarias y la partipación de diversos colectivos obreros y populares, el Partido Comunista y la Juventud Comunista, marchamos por las calles de Mieres entre gritos de "¡Absolución!", "¡Llibertá deteníos por lluchar!", "Solidaridá" y "¡Ye la xusticia, del patrón, meter los obreros, a prisión!".

Así mismo, también estuvimos presentes durante toda la mañana en la Concentración convocada el lunes 9 en los Juzgados de lo Penal de Uviéu donde tenía lugar el juicio a los 6 compañeros, de los cuales dos pactaron 1 año de carcel sin multa, otro minero un año y medio, otro estudiante fue absuelto, a otro compañero con una discapacidad intelectual del 72% la Fiscalía mantiene la delirante petición de 6 meses de cárcel y al compañero Montu, que se negó a pactar y admitir el montaje policial poniendo por delante su dignidad y firmeza, le mantienen la petición de 3 años de cárcel, a espera de que en las próximas semanas se haga pública la sentencia.

Tanto este caso, como el de los 5 mineros de Zarréu condenados a 2 años y medio de cárcel, como tantos otros, pone de relieve, más si cabe, el caracter de clase del Estado y su superestructura, donde la justicia es de la burguesía y sirve a sus intereses, haciendo pagar a los obreros la movilización o símplemente ser espectadores pasivos de la misma, no teniendo escrúpulos ningunos para hasta llegar a juzgar a una persona con una alta discapacidad.

Ante esto y toda muestra de represión, la clase obrera y el pueblo trabajador sólo podemos y debemos oponer nuestra unidad, organización y solidaridad repeliendo cada ataque y haciendo pagar al Capital, su Estado y todos sus títeres gestores el mayor precio político posible para mediante la presión en la calle hacer doblar la voluntad del capitalismo decrépito y en descomposición, que cada vez más sólo puede utilizar el arma de la represión para seguir manteniendose en pie.

Sólo cabe una sentencia posible: ¡ABSOLUCIÓN!

¡LA SOLIDARIDAD Y LA LUCHA OBRERA NO SON DELITO!